Itinerarios

Durante muchos años, y a manera de hoja de ruta, Matilde Marín cumplió un ritual en cada viaje: fotografiaba la sombra de su cuerpo sobre el lugar al que llegaba. Interesante manera de dar testimonio mediante el recurso de la falta: se reconocía a sí misma en ese hueco oscuro definido por un contorno de silencio.


Itinerarios, VII Bienal Internacional de Cuenca
Globalización,Nomadismo,Identidades, Cuenca, Ecuador, 2002

Globalización e identidad cultural
VII Bienal Internacional de Cuenca, Ecuador, 2002




Escenarios
Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Argentina, 2002

El camino hacia la imagen
Museo de Arte Moderno, Cuenca Ecuador, 2003


Art Nexus Internacional, Panamá, 2002

La presencia del observador ante la obra constituye un elemento esencial en la obra “Itinerarios” de Matilde Marin. Se trata de un ensamblaje de fotografías en las cuales la artista documentó su sombra a través de varios años ( a partir de 1993) y en diversos lugares del mundo.

Presentada sobre un muro de aproximadamente 10 pies, el gran formato conlleva un sentido de proporción humana que nos convierte en cómplices, como si estuviéramos frente a la sombra propia. La obra refleja una vida nómada, con fotos que constituyen un diario de viaje visual y personal.

Las proyecciones oscuras de la artista sobre el suelo resultan íntimas y simultáneamente anónimas, con la sensación de estar y, a la vez, no estar. En ese sentido, a pesar de que se comunica de una manera casi pictórica sigue siendo una obra en fotografía, ese proceso que incorpora lugar y tiempo, congelando instantes que ya pasaron.

Monica Kupfer
Para Artnexus Internacional
Ciudad de Panamá, 2002

De diásporas y exilios

Durante muchos años, y a manera de hoja de ruta, Matilde Marín cumplió un ritual en cada viaje: fotografiaba la sombra de su cuerpo sobre el lugar al que llegaba. Interesante manera de dar testimonio mediante el recurso de la falta: se reconocía a sí misma en ese hueco oscuro definido por un contorno de silencio, en esa forma sumaria que resumía aconteceres e ilusiones y que hablaba ya de una diáspora. No necesariamente la suya, sino la de tantos millones que a partir de entonces protagonizaron desplazamientos masivos a uno y otro lado del planeta. Eran los años 90, cuando el debate sobre la identidad y los estudios poscoloniales dominaban la escena del arte y las políticas de la globalización desplegaba sus artificios inaugurales. Las imágenes se repitieron hasta conformar una grafía, un diagrama de ausencias sobre un fondo siempre cambiante: así nació Itinerarios, una suite de 46 fotografías realizadas entre 1993 y 2001 y que, ese último año, obtuvo el Gran Premio de la VII Bienal Internacional de Cuenca, Ecuador. Las dimensiones del conjunto se amplían o contraen según las necesidades de exhibición, como un organismo vivo que se adapta a nuevos hábitats. 

Adriana Almada
Fragmento del texto para
Matilde Marín Arqueóloga de sí misma
Asunción, Paraguay 2017