Novedades
El paraíso, para la cultura occidental, es el lugar de la felicidad sin sobresaltos, un “jardín” que propicia la satisfacción de los sentidos y del espíritu, dones que se prodigan y derraman para integrarse en un todo armónico. La tradición judeo-cristiana cristalizó en el Génesis la creación del hombre y la mujer en un entorno paradisíaco. Pero, desde su concepción, el Edén está preñado de la tragedia de su pérdida, manera de justificar –desobediencia, culpa y castigo mediante– el defecto de la divina creación: su destino de mortalidad.
Registros fotográficos realizados en la región de la Patagonia austral.
Adriana Lauría
2010